exposiciones, trabajo
Bloom
Bloom me ha traído muchos regalos.
A nivel personal, un respiro a la hora de dibujar. Dibujar por puro placer, con un lenguaje que me hace sentir cómoda y eficiente a la hora de expresar lo que quiero de forma natural.
Quienes venimos del diseño gráfico tenemos la palabra versátil grabada a fuego, que no se note tu estilo, adáptate a las necesidades del cliente y de su público. En realidad tiene todo el sentido del mundo. Sin embargo, cuando te adentras en el mundo de la ilustración, aunque sea tímidamente como es mi caso, cambian las tornas ya que lo que buscamos es, precisamente, que se nos (re)conozca por nuestro estilo.
Pero llega un punto en el que toca aceptar la realidad: que no tienes un ~único~ estilo. De hecho, se dice que la mayoría de los ilustradores tienen hasta tres. Y con Bloom encontré uno de ellos.
Y después de la primera ilustración, que da nombre a la colección, vinieron más; todas con una historia detrás que decidí recopilar a finales de 2019 y después de verlas todas juntas no pude contener las ganas de sacar algo en formato físico. Y así surgió el fanzine, que podéis adquirir en mi tienda online, y también en las librerías Antígona y El Armadillo Ilustrado en Zaragoza.
El otro regalo, gracias a la acogida que tuvo el fanzine en diciembre, fue la posibilidad de exponer toda la serie en una de mis cafeterías favoritas de la ciudad, Marianela. La exposición estuvo durante todo el mes de febrero junto a la serie Moon.
