Esta es la mini crónica de algo que nunca pensé que podría ocurrir. Cuando empecé en esto me preguntaba cuándo llegaría mi primer trabajo para un grupo local porque, siendo sincera, tardó en surgir. Había diseñado discos, vinilos, hasta cassettes para artistas de distintos rincones del mundo pero Zaragoza se resistía.

Primero, llegó Iván Abando con Hablando claro se torna oscuro. Después llegó el torbellino de La última función de Sho-Hai. Al poco tiempo, Nacho Downtempo con Ossian y su Estado de gracia, seguido de varias propuestas que al final no se llevaron a cabo. En otoño de 2021 arrancaría con Marcos Cebrían todo el concepto de Polvo, que retomaríamos ya al siguiente año, con el lanzamiento oficial a finales de septiembre.

Desde entonces han habido muchos cambios personales y laborales, y no se me podía ocurrir mejor cierre de una etapa que estando ahí arriba gracias a personas con las que he podido compartir y trabajar tan bien.

Así, sí. Y lo mejor, es lo que queda por venir.

Gracias ♥